"Cuando ores, entra en tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto." (Mt. 6:6)
Sin más, toma una posición corporal correcta, asegura una buena respiración, relaja tensiones, suelta recuerdos y concéntrate.
Sin más, toma una posición corporal correcta, asegura una buena respiración, relaja tensiones, suelta recuerdos y concéntrate.
Pequeño silenciamiento corporal - Ignacio Larrañaga
Silenciamiento mental - Ignacio Larrañaga
Hazte acompañar por la paciencia, la perseverancia y la esperanza. Nunca olvides que la vida con Dios es vida de fe. Piensa: ¿qué haría Jesús en tu lugar?
Invoca al Espíritu Santo, y ora.
Entra en tu corazón e imagina a Jesús en adoración. Con infinita reverencia, en fe y paz, entra en el interior de Jesús. Trata de presenciar y revivir lo que Jesús viviría en su relación con el Padre, y así participa de la experiencia profunda del Señor.
Trata de presenciar y revivir los sentimientos de admiración que Jesús sentiría por el Padre. Santificado sea su nombre.
Colócate en el interior de Jesús y revive aquella actitud de ofrenda y sumisión que Jesús experimentaría ante la voluntad del Padre cuando decía: "No lo que yo quiero, sino lo que quieras Tú". "Hágase tu voluntad".
Que sentiría al decir: "Abba" (¡querido Papá!), trata de experimentarlo. Pon todo esto en tu corazón, desde la fe, en el espíritu, para revestirte de la disposición de Jesús. Y regresar a la vida llevando en tu interior la vida profunda de Jesús.
Todo sera posible en el Espíritu Santo, "que enseña toda la verdad".
Referencia:
Larrañaga, I. (2013). Encuentro: Manual de oración. Payano, SRL: Santo Domingo, República Domingo.
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