Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común. Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe, en el mismo Espíritu; a otro, carisma de curaciones, en el único Espíritu; a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas. Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad. (Biblia de Jerusalén Latinoamericana)
Por el Bautismo fuimos llamados "hijos de Dios", nuevos cristianos con una misión - ser enviados por el Espíritu Santo a llevar la buena noticia del Amor del Padre a todo el mundo. Afirmación que se concreta con el sacramento de la Confirmación. Cada uno recibe diversidad de carismas, según los dones del Espíritu, para cumplir su ministerio y actuar según la voluntad de Dios. El Espíritu Santo nos ha de ayudar a reconocer cuál es nuestra misión... pidámosle que nos de luz.
Giogertti, D. (2003). A la espera del Espíritu Santo. Paulinas
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